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La balanza (del latín vulgar bilancia y este del latín bilanx, bilancis; bis,
dos, lanx, plato) es un instrumento utilizado para
pesar, o más exactamente para medir masa, basado en el
principio físico de la palanca de primer género.
La palanca es un mecanismo simple, compuesto por una barra rígida
que puede girar libremente alrededor de un punto de apoyo, o
fulcro, y sirve para transmitir o amplificar una fuerza mecánica.
En la palanca de primer género, el punto de apoyo se
encuentra situado entre dos fuerzas opuestas: la potencia y
la resistencia. En el caso de la balanza tradicional, esta posee
un eje soporte, que actúa como punto de apoyo central
(fulcro), desde donde se extienden brazos iguales, en cuyos
extremos cuelgan platos. Mediante el establecimiento de una
situación de equilibrio entre los objetos colocados en
los platos, un objeto a medir (potencia) y un objeto patrón
de medida (resistencia), se puede obtener la medida de peso.
En la actualidad se han desarrollado otros instrumentos de medición
electrónicos, mucho más precisos, que han dejado
parcialmente en desuso a las tradicionales balanzas de funcionamiento
mecánico.
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El Juicio de
Osiris. Papiro de Ani (1300 a.n.e.) |
Desde
la antigüedad la balanza se ha utilizado en occidente como
símbolo de la justicia y del derecho. En el denominado
Libro de los Muertos del antiguo Egipto aparece una balanza
de platillos para comparar el peso del corazón del difunto,
símbolo de sus actos, con el de la pluma de la diosa
Maat, símbolo de la Justicia y Orden Universal. Contemporáneamente
la justicia se representa por una mujer, con los ojos vendados,
con una balanza en una mano y una espada en la otra.