Portada de Escuela del Sur Publicación del TTG (1958)

El Taller Torres García (TTG) o Escuela del Sur fue un espacio de aprendizaje, intercambio, búsqueda y desarrollo artístico creado por Joaquín Torres García. El proyecto cristalizó en enero de 1943 cuando se realizó el primer encuentro del Taller en un local de la calle Abayubá en Montevideo. Sus principios académicos se basaban en el Universalismo Constructivo, donde se contraponían valores hemisféricos, reivindicando la cultura del sur por oposición a la dominante del norte. Sin embargo la propuesta asumía la creación de un estilo de arte inédito, fusionando la herencia cultural del arte moderno europeo y la geometría del arte autóctono indoamericano. Los alumnos del Taller no practicaban ningún método preestablecido, aunque Torres García destacaba la importancia del conocimiento del oficio del pintor. Se trabajaba junto al maestro, dándose un aprendizaje vivencial, ensayando e interactuando en el uso de diversas técnicas y materiales, conviviendo con la escultura, el grabado, la cerámica, la tapicería, la pintura mural, e incluso la arquitectura y el paisajismo, siempre buscando en sus obras valores plásticos absolutos, a través de una estética planista, basada en colores, líneas y una geometría estructurada en proporción áurea.

Joaquín Torres García rodeado de los alumnos de su Taller (1946)

Torres García consideraba que el arte debía estar integrado a la vida cotidiana; es así que en 1944 desarrolla, junto a diecinueve de sus discípulos, un proyecto colectivo de murales constructivistas para el pabellón José Martirené del Hospital Gustavo Saint Bois de Villa Colón en Montevideo. Para 1946 el Taller se instala en el subsuelo del Ateneo de Montevideo. Tras la muerte de Torres García en 1949 la actividad del Taller, como tal, es continuada por sus discípulos hasta 1962 cuando es cerrado definitivamente. Entre los más destacados integrantes del Taller se cuentan Francisco Matto (1911-1995), José Gurvich (1927-1974), Manuel Pailós (1918-2005), Gonzalo Fonseca (1922-1997), Julio Alpuy (1919-2009) y los hijos de Torres García, Augusto (1913-1992) y Horacio Torres (1924-1976). Cada uno de ellos buscó lenguajes pictóricos propios, manteniendo las premisas básicas enunciadas por su maestro, y convirtiéndose también ellos en maestros, que continúan marcando a varias generaciones de artistas nacionales.