El acero es una aleación de hierro y carbono
(C), con las características del primero mejoradas por
la adición del segundo. Por definición el carbono
no supera el 2,1% de la composición, alcanzando normalmente
el 0,2 ó 0,3%. Porcentajes mayores crean una aleación
diferente denominada fundición. El acero inoxidable es
una aleación de acero con un mínimo de 10,5% de
cromo (Cr) lo que lo vuelve especialmente resistente a la corrosión.
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Hierro nativo |
El hierro, de símbolo Fe (del latín ferrum), es un metal de color gris plateado que se vuelve
marrón cobrizo por la oxidación. Se encuentra en
la naturaleza formando parte de minerales, entre ellos muchos
óxidos, y raramente en forma libre. Es el cuarto elemento
más abundante en la corteza terrestre y el segundo entre
los metales, después del aluminio. Utensilios sumerios
y egipcios revelan su uso cuatro milenios antes de nuestra era.
En la actualidad es el metal más explotado para la industria,
como componente principal de productos siderúrgicos. China,
Brasil, Australia, Rusia e India lideran su extracción.
El acero debe su nombre a su dureza. La palabra
latina aciarium deriva de acies, filo o borde
cortante, con la raíz ac que marca la idea de
"punta" o "punzante". Se conoció en
la antigüedad, encontrándose piezas en Africa oriental,
fechadas cerca del 1400 a.n.e. Si bien muchas culturas lo utilizaron,
es en el siglo XVIII, en Inglaterra, que llega a elaborarse tal
como se le conoce hoy día. Se obtiene a partir de mineral
(ciclo integral) en Altos Hornos o con chatarras férricas
(ciclo electrosiderúrgico) en Hornos Eléctricos,
siendo este último un proceso de reciclaje. La expansión
de su uso en el siglo XX se debió a la demanda de la construcción
y de los medios de transporte. Actualmente la mitad de la producción
mundial viene de Asia, liderada por China, India y Japón,
seguidos por Estados Unidos, la Unión Europea, algunos
países de la ex Unión Soviética y Brasil.
El acero inoxidable fue desarrollado a principios
del siglo XX. La cantidad de cromo
o de otros componentes como níquel y molibdeno, modifican
sus propiedades mecánicas. En función de esos valores
se clasifican dos tipos: austeníticos (amagnéticos)
y ferríticos (magnéticos). Los ferríticos
son más económicos de producir y contienen más
cromo, mejorando su resistencia a la corrosión. El Tipo
430, con 16 a 18% de cromo y un máximo de 0,12% de carbono,
es utilizado en la acuñación
de monedas. También sirve para fabricar
matrices, punzones y troqueles. |